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viernes, 5 de abril de 2013

Batalla de Maipú 1814





5 de abril de 1814.-




      El ejército libertador de Los Andes y el ejército de Chile sale a la defensa de la ciudad de Santiago, capital de la recién proclamada República de Chile encuentrando al ejército español (realista) al sur de Santiago, en los llanos de Maipú, cerca del río Maipo, y antes del mediodía del día siguiente, Manuel Blanco Encalada abre fuego de artillería en contra del ejército realista. José de San Martín, comandante de las tropas, inicia el ataque con 6 mil hombres y 21 cañones, y Mariano Osorio, comandante del ejército realista, trata de repeler el ataque con unos 4 mil soldados y 12 cañones.



Batalla de Maipú, de Johann Rugendas




     José de San Martín envía atacar al centro y a la derecha de la columna española, mientras que Juan Gregorio de Las Heras ataca un cerro aledaño, amenazando al flanco izquierdo español. Después de horas de luchas, y cuando el ejército patriota presionaba fuertemente al español, el General Mariano Osorio huye de la batalla, tomando el mando el Coronel José Ordoñez.  José Ordóñez nunca se resignó a perder la batalla y organizó maniobras con las que solo se desorganizó más, debido a lo estrecho del terreno, provocando que éste se viera rodeado.


Plano de la batalla de Maipú.




     Así, la mayor parte del ejército patriota subió al llano donde sólo quedaban los 4 batallones españoles, Burgos, Arequipa, Concepción e infante Don Carlos (Real de Lima), rodeados por todas partes. A pesar de ello, se resistieron a rendirse o a huir. Entonces del batallón de Burgos salieron unas voces, ya legendarias: 
"Aquí está el Burgos. Dieciocho batallas ganadas, ninguna perdida"
mientras hacían ondear su laureada bandera, victoriosa en la batalla de Bailén y en tantos otros combates. La situación era trágica para ellos. Los otros batallones realistas, decidieron resistir de la misma manera. El batallón de Arequipa estaba mandado por José Ramón Rodil, el héroe del Sitio de El Callao.




El 1er. batallón del Burgos aguantando las cargas de los insurgentes.

 Los batallones formaron el cuadro para resistir a la caballería. Los cazadores a caballo fueron rechazados, pero al formar el cuadro se convirtieron en un blanco más fácil para los fusiles de los infantes enemigos. Los batallones comenzaron a sufrir horriblemente por la fusilería y a continuación el 1º chileno cargó, para ser rechazado. El 7º de Los Andes lo intentó a su vez y fue asimismo rechazado.



Los cuadros españoles aguantaron hasta nueve cargas de la caballería patriota.


       Los cuadros españoles, llenos de muertos y heridos, mantuvieron la posición, y negándose a  la rendición, comenzaron a repeler los ataques de caballería, retirándose al mismo tiempo hacia las casonas de Lo Espejo. A medida que se retiraban, iban perdiendo mucha gente, y posteriormente la artillería patriota los atacó, para que de esta manera rompieran sus filas, pero mantuvieron su formación y no solo no rompieron filas, sino que siguieron en movimiento.



La artillería patriota no fué capaz de romper las formaciones de infantería española.



     Ya una vez en el caserío, arribó Bernardo O'Higgins al mando de mil hombres al lugar de la contienda, sin embargo fueron fuertemente repelidos al atacar a los realistas, sufriendo en momentos unas 250 bajas. Al ver esto San Martín, destruyó Lo Espejo con su artillería, y una vez dañado fuertemente la resistencia española, envió a sus hombres a atacar, dandoles cobertura con su artillería.


      Los patriotas perdieron un 35% de sus fuerzas de un ejército compuesto por unos 6.600 hombres,  entre muertos y heridos. Los realistas perdieron hasta el último hombre al Infante Don Carlos y el Batallón Burgos (que no sobrevivió a su 19a batalla), sufriendo más de 1.500 muertos y 2.000 prisioneros.

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