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viernes, 29 de marzo de 2013

Promulgación de la Pragmática Sanción 1830


 29 de marzo de 1830.-


      Fernando VII promulgaba la Pragmática Sanción que dejaba sin validez la antigua Ley Sálica. Desde que comenzó su reinado no hubo más heredero al trono que su hermano don Carlos. De pronto, en unos pocos meses, todas sus opciones se iban al traste. Don Carlos no era un mal candidato, pero era de ideas tradicionalistas, partidario de una monarquía fuerte y de talante más entero que el veleta de su hermano. Por tanto la opción de don Carlos no gustaba nada a los liberales, que estaban llenos de proyectos de futuro.
En mayo de 1929, la muerte de la reina Josefa Amalia cambió de pronto el panorama. El Rey estaba achacoso pero no tenía más de cuarenta y cinco años. Fernando quería un heredero y, para alegría de los liberales, contrajo matrimonio con María Cristina de Nápoles.



La reina de España Maria Cristina de Borbón-Dos Sicilias.

    La infanta Luisa Carlota, hermana de la prometida, mediaría en la elección. Los liberales cubrieron de loas a la nueva Reina, educada en una de las cortes más reaccionarias de Europa. El interés traza curiosas alianzas. En menos de un año el Rey anunciaba un descendiente, la infanta Isabel, y en marzo de 1830 promulgaba la Pragmática Sanción que derogaba la Ley Sálica.


Fernando VII  promulgando la pragmática sanción.


      La Ley Sálica había sido implantada por Felipe V, rompiendo con el viejo orden sucesorio de Castilla implantado en Las Partidas de Alfonso X el Sabio, que daba prioridad al varón pero dejaba reinar a la mujer en ausencia de descendientes masculinos. La Pragmática Sanción restablece la legislación de las Partidas, las tradicionales leyes castellanas por las cuales la descendencia femenina podía acceder al trono. En primer lugar en el documento se habla de la intención del rey Carlos IV, padre de Fernando VII, de restablecer la ley de las Partidas en 1789.


Portada de la pragmática sanción en una edición de principios del siglo XX.

      Con todo, el problema sucesorio no estaba resuelto. Los partidarios de don Carlos, bien organizados después de todo un reinado aguardando su momento, ejercieron una presión considerable, presagiando el peligro de un conflicto civil ante la juventud del sucesor y el largo periodo de regencia que se esperaba. Las presiones dieron resultado y el Rey ordenó derogar la Pragmática Sanción. Buena noticia para los carlistas. Aún quedaba una última jugada, que contó con la connivencia de María Cristina, la cuñada del Rey, y el Partido Liberal. Luisa Carlota consiguió entrar en La Granja y persuadir al Rey para revertir el proceso y derogar la Ley Sálica, y así se hizo el 28 de septiembre de 1832. No habría más movimientos y un año después moría el monarca. La inevitable consecuencia sería la guerra.


Carlos María Isidro, pretendiente al trono de España por cuya causa se iniciaron las guerras carlistas. Curiosamente nació un 29 de marzo.

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