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domingo, 24 de marzo de 2013

Acción de los Yébenes, Toledo 1809

24 de marzo de 1809.-



      En su camino hacia Andalucía, el 20 de marzo de 1809 salió el regimiento polaco de Lanceros del Vístula de Toledo, junto al resto de tropas del General Sebastiany, rumbo a Sierra Morena y en la tarde del día 23 llegaron a la villa de los Yébenes, mientras que la infantería y la artillería quedaban en la cercana de Mora.


Regimiento de Lanceros del Vístula



      Esa noche los centinelas escucharon ruidos sospechosos, informando de ello al Coronel, “ pero este calmó a todos sus inferiores, asegurándoles que el enemigo estaba a varios días de marcha de aquí, cerca del río Guadiana”, pero se equivocaba, ya que frente a el y oculto por la niebla se hallaba el nuevo Ejército de la Mancha, mandado por el Conde de Cartaojal, el cual a las 7 de la mañana lanzó un ataque de frente contra los lanceros, que en esos momentos acababan de levantarse.
     El Coronel logró formar a sus hombres a la entrada de la villa, pero tan pronto como se apercibió de su clara inferioridad numérica ordenó la retirada de todo su regimiento por el único camino posible, uno de subida, estrecho y serpenteante que conducía a Orgaz, y por el que poco antes habían emprendido ya la retirada los carros y bagajes del Rgto., ignorando que en dicho camino les esperaban apostados los Carabineros Reales de la caballería del Vizconde de Zolina.

Uniforme de los carabineros reales.

    

       Apenas iniciada su marcha tropezaron los lanceros con sus carros, que regresaban en desorden perseguidos por los Carabineros, y ante tal situación, atacado de frente y también por su retaguardia en un estrecho camino, dispuso el Coronel una carga desesperada de sus hombres, logrando romper las filas de los jinetes españoles que les cortaban el paso, y salvar a una buena parte de sus hombres, pero no así a sus carros, que quedaron abandonados sobre el camino, grácias a la acción del capitán de Lanceros de Ubrique Francisco de Saliquet, que al frente de su escuadrón cargó contra los polacos, haciendose acreedor por ello a la Cruz Laureada de San Fernando.

       En el violento combate, al abandonar los polacos los carros con los pertrechos, no se percataron de que en uno de ellos iban los cuatro estandartes de cada uno de los escuadrones que componían el regimiento. Estos estandartes habían sido un regalo personal de Josefina, esposa de Napoleón.



Estandarte del 2º escuadrón de Lanceros, actualmente depositado en la catedral de Sevilla.


     Efectivamente, el Regimiento había perdido sus 4 estandartes, lo cual ya de por sí era suficientemente grave, pero para colmo había sido por desobedecer una orden superior, según la cual deberían haberlos dejado en Madrid a buen recaudo. Como consecuencia de este hecho se le privó del derecho a recibir nuevas enseñas, incluso después de que en la Albuera ( 16-V-1811) lograsen tomar “heroicamente” 6 banderas a la infantería británica, en el curso de una carga “ legendaria”.
Este Rgto. dejó de existir como tal en Sevilla, por decreto Imperial del 18 de junio de 1811, sirviendo de base para el nuevo “ 7º Rgto. de caballos ligeros lanceros” ( Chevau-Légers-Lanciers). 



Estandarte del 1º escuadrón, que estuvo también en la catedral de Sevilla y  pasó hacia 1910 y por medios  truculentos al Musée de l’armee ( Paris), en cuyos almacenes se encuentra actualmente, enmarcado entre dos cristales, y sin referencia alguna a haber sido tomado por los españoles. Del tercer y cuarto estandarte, se cree que fueron robados cuando los franceses ocuparon la ciudad hispalense.


       El parte oficial de la acción, escrito por Cartaojal el día 29 y publicado en la Gaceta del 1 de abril, informaba de las bajas sufridas por los lanceros: “ 98 prisioneros, y 3 oficiales, y se dejaron en nuestro poder un estandarte, caballos, lanzas y equipages".  Y una nota posterior, dirigida por el mismo Cartaojal a la Junta Suprema de Sevilla, añadía “haberse cogido 2 estandartes mas al Regimiento polaco en Yébenes, hallados en la maleta de un oficial muerto en el campo de batalla”.

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